jueves 7 de febrero de 2008

Tallas

Leído en prensa esta mañana: el 40% de las españolas ha tenido alguna vez problemas con las tallas.
Supongo que al hablar de problemas con las tallas, la noticia se refiere a esa perpetua desorientación en cuanto al tallaje según la tienda a la que vayamos y el modelo que nos compremos.
Soyuna persona de complexión media. Mi talla es la treinta y ocho, pero en mi armario hay dos vestidos de la treinta y seis y un abrigo de la cuarenta. Mis vaqueros,que compro siempre en Estados Unidos, son cada uno de una talla diferente, aún cuando dos pertenecen a la misma marca. Tengo unos pantalones de la 34 - yo tampoco entiendo cómo quepo en ellos - y el otro ´dia me di cuenta de que una de mis chaquetas marca la cuarenta y dos. La verdad es que ese tipo de cosas despistan a cualquiera. Pero, más allá del incordio, más allá de la molestia de tener que probarse tres pantalones para encontrar el que se ajusta a nuestras nalgas y a nuestras pantorrillas, ese baile de tallas no es lo que yo llamaría un problema.
Problema es que una adolescente se meta los dedos en la boca para vomitar lo que ha comido. Problema es que una niña de quince años quiera parecerse a una supermodelo. Problema es que una cría que acaba de cumplir los dieciséis pida a sus padres un aumento de pecho como regalo de cumpleaños, y que los padres cedan al capricho sin informarse primero de lo que eso significa para un cuerpo a medio formar. Y, por supuesto, problema es que alguien se quede tieso en una mesa de operaciones cuando sólo pretendía reducir unos centímetros en las pistoleras.

Se ha puesto en marcha un estudio antropométrico para calcular la talla real de las españolas. Han medido a más de diez mil mujeres, y luego nos informarán de cual es la medida estandard de nuestras compatriotas. El estudio está hecho con la mejor intención, pero me temo que es una suprema tontería. ¿De qué vale a una chica instisfecha con el tamaño de su culo el saber que está por debajo del tamaño del culo medio? ¿Cura algún complejo el enterarse de que la mayoría de las españolas pesan dos kilos más que tú? ¿Una chica con bulimia va a dejar de provocarse el vómito al saber que hay muchas mujeres más gordas que ella? Y, a todo esto ¿qué hacemos con las muchas, muchísimas mujeres que se apartarán para mal del canon medio? ¿Cómo va a sentar a una cría que pesa cinncuenta y siete kilos el saber que para su altura el peso de la mayoría no llega a cincuenta y tres? Estos estudios pretendidamente normalizadores ¿no están aumentando, en el fondo, la lista de candidatas a la anorexia y la bulimia?

La sociedad moderna nos empuja, desde la más tierna infancia, a correr en busca del amargo don de la belleza. Existe la obligación de ser guapo, estar delgado y tener cada cosa en la cantidad apropiada y en el sitio perfecto, y no importa el precio que haya que pagar, ni que cada año mueran chicas - también cada vez más chicos- que galopan, obsesionadas, en pos de un ideal físico que quizá ni siquiera existe.
El ministerio de Sanidad, las consejerías del ramo, llevan tiempo dedicando esfuerzo y dinero a luchar contra la anorexia y la bulimia, que se extienden como la peste entre los jóvenes. Se culpa a unos y a otros: a las revistas de moda, a los medios de comunicación, a los diseñadores, a las modelos. Se inventan campañas bienintencionadas, carísimas y, por lo que se ve, muy escasamente eficaces. Noquiero ni pensar en cuanto habrá costado el estudio antropométrico de marras,queva a servir para que muchas niñas que sospechaban de su anormalidad física puedan constatar oficialmente que sí, que están gordas como trullos,y que se apartan de los índices de la media nacional.

¿No sería preferible emplear esfuerzos y dinero en educar a las adolescentes en el amor propio, explicándoles lo poco sana que resulta la obsesiónpor la belleza física? ¿Que, a no ser que pretendan coronarse "miss universo", de poco les va a valer tener una cintura más estrecha o un pecho más generoso? ¿Que un cuerpo perfecto o una cara hermosa duran mucho menos de lo que dura la vida? ¿Que hay la mayoría de los signos designos de triunfo, de estabilidad y de bienestar personal que nada tienen que ver con el físico? ¿Que siempre han existido mujeres hermosas con las que no se puede competir, y que la perfección física es la excepción y no la regla?

En mi armario hay un completo revoltijo de medidas y tallas. Puede ser que sea un engorro. Pero no es buenaque quieran convencerme de que es un problema. Mis problemas son otros, que nada tienen que ver con el latazo de probarme cinco vaqueros hasta encontrar uno que siente bien a mi culo. Culo, por cierto, más grande que el de la media. Qué le vamos a hacer

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