jueves 13 de marzo de 2008

De amigos y de libros

Porque no hay mejor material para la vida, intento dedicar tiempo a unos y a otros. Ayer, desayuno con Martín y con Rafael Reig. Reig acaba de terminar su novela de espías, y promete pasarme el primer borrador la semana que viene. Para mí, leer los libros de los amigos antes de que estén editados es uno de los grandes placeres que existen. Rafael me hace jurar que seré crítica, ecuánime y durísima, y yo le digo que sí a todo, porque con tal de que me pase esos folios que yacen en una carpeta azul estaría dispuesta a jurar casi cualquier cosa. Leemos la prensa del día, y hablamos - ¡cómo no! - de las elecciones, de ganadores, de perdedores. "¿No estáis un poquito hartos de este asunto?", pregunto yo, y trato de cambiar de tema con una historia frívola y jugosa capaz de distraer su atención de líderes políticos, gobiernos y otras zarandajas. Por la noche cenocon Techu, Belén y Ana, y antesde sentarme hago prometer a lastres que no hablaremos de política en el transcurso de la noche "o me pondré a gritar".Aguantamos hasta los postres gracias al nuevo trabajo de Techu, la mudanza de Belén y el viaje a Washington de Ana. Con los panqueques de dulce de leche llegó la violación del pacto.

La editorial "El andén" asegura que me ha mandado hace días las galeradas de la novela "Las hijas del César", de mi amigo Pablo Núñez, pero no he recibido nada. El texto debe estar flotando en el limbo de los libros perdidos... o en el de los paquetes extraviados. Un consejo: no utilicéis MRV para vuestros envíos. A mí ya me han perdido dos sobres.

Estoy leyendo mucho estos días. Dejad que os recomiende "Chesil Beach", el último prodigio de Ian McEwan. Una historia simple y poderosa, magníficamente contada. Entrañable me ha parecido "La pensión Eva",del italiano AndreaCamilleri. Aviso: no es una novela de detectives, pero está llena de encanto y de ternura y merece la pena. También "Propios y extraños", de Ann Tyler. No entiendo como esta escritora no goza de más predicamento en España. Los que no la hayan leído recordarán seguramente la película "El turista accidental", adaptación al cine de una novela suya del mismo título. Asimismo,me gustó "Biografía del hambre", de Amelie Nothomb, pero aviso de que los admiradores y detractores de esta escritora belga se reparten a partes iguales.
Ahora estoy con "La Casa de los encuentros", de Martin Amis. Llevo leídas setenta páginas sobrecogedoras que avisan de una novela de las que permanecen.

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