martes 22 de enero de 2008

Dinero

Lo cantaba Serrat: dinero, dinero, dinero / dinero, vil metal /mensajes de amor / de curso legal.
Ahora que la bolsa se pega el batacazo,recuerdo la canción del noi y pienso en esa frase tan manida que dice que el dinero no da la felicidad. Es cierto, pero la falta de dinero también puedeser un obstáculo para ser dichoso. Cuando era pequeña me encantaba el cuento de la camisa del hombre feliz: un sultán muy enfermo mandó llamar al mejor médico del reino, que le dijo que para curarse necesitaba ponerse la camisa de un hombre feliz. Los soldados del sultán recorrieron la ciudad, y luego los arrabales, y luego las aldeas y los pueblos vecinos, pero no fueron capaces de encontrar a un hombre que se reconociese como feliz. Hasta que dieron con un joven pastor de cabras, que confesó que no quería de la vida más de lo que tenía, y que sí, se consideraba extremadamente feliz. El único problema es que el joven, que era muy pobre, iba siempre desnudo decintura para arriba. Así que los soldados volvieron a palacio y dijeron al sultán, majestad, hemos fracasado: los hombresque llevan camisa no son felices, y el que es feliz no lleva camisa.
La historia, sacada de las mil y una noches, es una hermosa fábula que no se sostiene en el siglo XXI. Se nos ha educado para querer cosas, y las cosas con también un símbolo del éxito obtenido, del status alcanzado en el trabajo y en la vida. Si, es cierto que de vez en cuando aparece en la tele un anacoreta que vive retirado en las Alpujarras, vestido con un taparrabos y unas alpargatas, y parece tan contento, o tenemos noticia de un tipo que vive en una cabaña al borde del Océano ïndico, viviendo de lo que pesca y de lo que cultiva en un pequeño huerto, y que sedeclara completo y pleno, "ni envidiado ni envidioso". Huelga decir que a hombres como esos los catalogamos enseguida como chiflados sin solución.
He perdido algo de dinero con el trastazo de la bolsa: poco, porque tengo poco. Los que han perdido mucho es que tenían más que yo, y más que el hombre que no tiene nada, porque no llega a fin de mes. Así que hoy es más feliz el pobre que hace números para pagar la hipoteca que el millonario encabronado porque el estallido bursátil se ha llevado por delante una parte desu pecunio. La vida es rara.
En estos días se ha hablado mucho de dinero,y lo que te rondaré, morena.La bajada de Pizarro a la arena política ha desatado los comentarios retrógrados de aquellos que relacionan la bonanza económica personal con la idoneidad para desempeñar un cargo público, lo cual es tan absurdo y tan falto de lógica como decir que un comunista no puede tener un chalet en la playa. Mientras el dinero para comprarlo lo haya ganado con el sudor de su frente, cualquiera - comunista o no- puede tener un chalet, un merdedes o una embarcación de recreo.
Caldera dijo el otro día que cualquier trabajador necesitaría mil setecientos años para ganar lo que ganó Pizarro el año pasado. Y yo me pregunto ¿ qué quiere decir eso? ¿Es Pizarro peor persona que yo, porque él es rico y yo no lo soy?
Hagámonos otra pregunta que me parece más interesante: cuánto ganarían algunos políticos si no trabajasen en política sino en un empresa privada. Por ejemplo, el señor Caldera. O mi paisano Blanco, con su impecable currículum académico. Todo lo que sabemos de Pizarro es que en política va a ganar mucho menos de lo que ha ganado hasta ahora, lo cual lleva a pensar que le interesa la cosa pública mucho más que a otros que han convertido su cargo en el pan de sus hijos.
Pero claro, es más sencillo decir que un rico tiene que ser un sinvergüenza, o que un comunista con coche es un hipócrita.

6 comentarios:

Anonymous lucia ha dicho...

marta realmente no puedo estar más de acuerdo contigo, esta esto bien dicho? bueno eso que ole por tu post, te seguiré leyendo.
Me encantan tus libros aunque desde que tengo dos bajitos no tengo mucho tiempo para leer.

23 de enero de 2008 7:19  
Blogger Marta ha dicho...

Lucia, aprovecha ahora para disfrutar de tus bajitos, que luego crecen y ya pasan de sus madres. Los libros seguirán ahí, y esos no crecen, ni caducan, ni nada.

23 de enero de 2008 11:21  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Marta,
No utilices argumentos tan Losanteros como el decir que Caldera, Pepe Blanco u otros no saben leer y escribir y se moririan de hambre fuera de la politica.
Por favor, seamos rigurosos. No todo el mundo tiene que tener cuatro carreras y cuatro masters para ganarse la vida. O es que para ser escritor hay que ser titulado superior?

24 de enero de 2008 9:44  
Anonymous Anónimo ha dicho...

No sé Caldera,pero Blanco...
Si se escribiera un tratado de la contraprosodia o antiprosodia o asesinato de la prosodia, el lucense seria ejemplo de como no se debe hablar. Y un lucense enfadado me ha dicho el otr0 día que en su tierra la gente no habla como Blanco. Lo creo, es imposible.

28 de enero de 2008 23:33  
Anonymous Anónimo ha dicho...

PARA SER ESCRITOR HAY QUE ESCRIBIR. NADA MÁS. Y NADA MENOS.

28 de enero de 2008 23:35  
Blogger Marta ha dicho...

Anónimo:
No tengo intención de utilizar a Losantos para argumentar... citando a Santo Tomás de Aquino, afirmo que lo que es verdad, lo diga quien lo diga, viene del Espíritu Santo. Lo que sé del señor Blanco me hace pensar que no hubiese llegado muy lejos de no haber entrado en política.
Claro que no hace falta ser titulado superior para ser escritor. Pero, a qué negarlo, un señor que no ha sido capaz de superar una carrera universitaria - cosa que Blanco intentó - me hace pensar que tampoco está muy preparado para otros menesteres. A lo mejor es que el futuro de Blanco está en la literatura, vete tú a saber...

6 de febrero de 2008 16:13  

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