jueves 12 de junio de 2008

ADSL

Ya tengo línea. Bendita sea la suerte. Puedo dejar de conectarme al teléfono, como si estuviésemos en la edad de piedra. Puedo escribir este blog sin que alguien me boicotee inconscientemente el trabajo con una llamadita inocente. Puedo escribir cuando quiera, desde cualquier lugar de la casa. Ayer, cuando el hombre te telefónica dejó todo instalado, estuve a punto de despedirme de él con un beso.

Estaba muriéndome de ganas por comentar lo de la ministra Aído. Menuda ministra, doña Bibiana. Qué gran favor nos hace Zapatero a las mujeres creando un ministerio entelequia y poniendo al frente del asunto a una indocumentada. Eso sí, la chica proporciona material del bueno para comedias de situación, chistes varios y hasta una ópera bufa. Lo del teléfono para maltratadores es una idea original y brillantísima... como coña marinera. Voy a hacer, modestamente, mi contribución al disparate: ¿por qué no instalamos pegódromos en las ciudades? Sí, sí, unos lugares acolchados donde los maltratadores puedan acudir para quitarse las ganas de moler a palos a la parienta a base de pegar a las paredes. Como, por razones presupuestarias, no podría haber pegódromos en todas las ciudades, estaría bien organizar caravanas desde los pueblos para trasladar a los violentos en autobuses, donde además podrían conocerse - socializar, se dice ahora - trabar amistades o enemistades y, con un poco de suerte, pegarse en entre ellos. Le regalo la idea a la ministra. Mi ocurrencia es tan estúpida como la del teléfono, así que tiene las mismas posibilidades de materializarse.

Y ahora, por favor, que no venga nadie a decir que me tomo a broma el tema de los malos tratos. A broma se lo toma la ministra Aído, sugieriendo idioteces en el mismísimo Congreso de los diputados. Y, a diferencia de lo que pasa conmigo, a ella sí que le están pagando por tomarse esto muy en serio. El ministerio de Igualdad tiene un presupuesto de cien millones de euros, lo cual es ridículo para un ministerio, pero supone una cantidad fabulosa para crear juzgados, pagar protección a las mujeres amenazadas y proporcionar cobertura social a aquellas que han decidido iniciar una nueva vida. Pero claro, es mejor gastarse los cuartos en montar un monstruo vacío de contenido y de ideas coherentes.

Pero las genialidades de Aído no acaban ahí. Porque no me digáis que lo de las miembras no tiene mandanga. La chica ha justificado el dislate diciendo que acaba de llegas de hispanoamérica y que por allí se utiliza esa palabra. Mentira cochina. No hay castellano más limpio, más puro, más respetuoso que el hablado en el cono sur. Aído dijo miembras porque es así de lista. O así de inculta. Claro que, para sostenella y no enmendalla, intentó arreglar el arranque de ignoracia proponiendo la incorportación de la palabra al diccionario de la RAE. Vamos, que si somos todos igual de brutos, se va a notar menos lo corta que es Aído.

Sólo desde la incultura más absoluta se puede confundir sexo con género. Sólo desde la estulticia puedo uno creer que todas las palabras que acaban en o remiten a hombres, y las que acaban en a,a mujeres. ¿Y esta es la gran esperanza blanca del segundo sexo? Pues vamos todas apañadas.

Y mientras, sigue la huelga de Transportistas. O de transportistos, Bibiana Aído, que parece que el gremio del camión sigue copado por los chicos. Habrá que hacer algo ¿verdad?

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12 comentarios:

Blogger Loren ha dicho...

¡Qué pena que Berlanga se retirara del cine! ¡Lo que nos estamamos perdiendo con sus películas! Bueno, siempre hay personajes y "personajas" como Aido, que nos alegran el telediario con sus declaraciones y propuestas surrealistas.

Besos y besas.

12 de junio de 2008 13:48  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Marta, soy Juan de nuevo (el ex de David).
Me parece muy bien lo que has dicho acerca de la ministra y todo eso; te envidio, de verdad, porque, aunque te parezca mentira, tú puedes decir todo eso sin que te tachen de machista, pero un hombre, no.

12 de junio de 2008 14:51  
Blogger Marta ha dicho...

Loren: Berlanga convertiría esta historia en una mina.

Juan: completamente de acuerdo contigo. Es más, si la estupidez del teléfono llega a ser idea de un hombre, lo machacan por todos los lados. De hecho, nocreo que Zapatero se hubiese arriesgado a nombrar un ministro de 32 años, formación mediocre y experiencia escasísima. Pero, ay, Bibiana no es Bibiano, y eso facilita las cosas.

12 de junio de 2008 15:35  
Blogger Thomas ha dicho...

No le regales tan fácilmente la idea del pegódromo porque precisamente por ser estúpida tiene muchas probabilidades de que lo pongan en práctica. Yo que tú la patentaría por si acaso.
¿Es Aído o Aida?

12 de junio de 2008 16:05  
Anonymous Anónimo ha dicho...

No nos olvidemos de Cuerda que ha hecho obras maestras con este tipo de disparates.
Pobrecilla la ministra ...angelita¡¡¡¡
Esther

12 de junio de 2008 18:55  
Blogger Loren ha dicho...

La verdad es que de la idea del teléfono para maltratadores, Coixet también podría hacer una película de las suyas, una historia de amor cursi y con muchos silencios. Aunque también veo a Cuerda, pero dudo mucho que la haga.

Saludos!

13 de junio de 2008 8:13  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Buenos días, Marta. Espero verte hoy por la feria del libro de Madrid pues estoy en Madrid este fin de semana. La pena es que solo te vea de feria en feria.
Pronto seguro vendrás a Salamanca.
Un beso.
Carlos María.

14 de junio de 2008 10:46  
Anonymous Anónimo ha dicho...

No sé cuál de las dos es más demagoga:la Ministra o usted.
Miguel

14 de junio de 2008 20:33  
Blogger XM. Prado - Antúnez ha dicho...

Lo curioso es que por esta regla de genero descerebrado, los votantes ya no son los votantes, sino, las votantas y les votontos; y podemos buscar palabras y palabros y palabrotas y palabrotos, pero parabrotes, los esquizofrenicos. En fin, donde hay que dar es en el hecho de que el lenguaje nos contiene a todos, y no hay que separar...desgeneralizar...tres dias fuera de casa, en el mundo de la arena, de la playa, del mar, eso si que te muestra en ola tras ola la idiotez a la que forzamos nuestros genero.
No se vosotos, pero si me levanto mañana, espero tener un sexo y no un genero gramatical,aunque vaya en contra del mini - histerio de la igualdad

15 de junio de 2008 21:41  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Miguel, tú me dirás donde está la demagogia: aquí se dice que la ministra es inculta - lo que ha demostrado - y simple como el mecanismo de un chupete, lo cual también ha dado pruebas. Que el ministerio lleva dos mese rulando y no ha hecho ni el huevo también es verdad, y que esta señora sólo ha abierto la boca para decir sandeces lo puede constatar hasta el más acérrimo fan de Zapatitos. ¿Demagogia? Ojalá

16 de junio de 2008 12:00  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Marta, de acuerdo con el argumentario. Solamente un pero: "La chica" es una señora (o señorita). Cuando los argumentos se desarrollan usando palabras de barra de bar acaban siendo iguales que lo que criticas. Miembras =la chica=transportistos.
Alguien empezó alguna vez y al final hemos incorporado esas palabras a la vida cotidiana e incluso al diccionario de la lengua. Ejemplos:

JUEZA
MINISTRA
PRESIDENTA, etc, etc

Saludos desde la patria de la estulticia que como sabes reside en las palabras de los ignorantes.

SAMUEL

16 de junio de 2008 13:56  
Blogger Marta ha dicho...

Samuel:
No me importa cambiar la denominación de chica por "señora" o "señorita", pero también hubiese llamado chico a un ministro de treinta años. No veo que el término "chica" tenga nada de insultante. A mí (conste que es algo personal) siempre me pareció que había mucho más matiz de retintín en el término "señorita", que no tiene equivalente masculino. No se llama "señorito" a un soltero, sino un señor que vive bien sin dar golpe.

16 de junio de 2008 15:07  

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